La filariosis es una enfermedad parasitaria que afecta principalmente a perros, puede afectar a veces a gatos y excepcionalmente a personas, aunque no es habitual y el riesgo es muy remoto.
Existen dos tipos, Dirofilaria Inmitis, que es la que produce la enfermedad del gusano del corazón, bastante grave, llamada así porque el parásito en su forma adulta se aloja en el corazón y las arterias pulmonares y Dirofilaria Reppens que no produce enfermedad grave ya que la localización de sus formas adultas es en el tejido subcutáneo.
El contagio se produce a través de la picadura de un mosquito. El mosquito hembra ingiere sangre de un animal infectado con microfilarias, éstas tienen que desarrollarse y pasar por dos mudas (de L1 a L2 a L3) durante un periodo de 8 a 17 días. Es importante destacar que este proceso depende de la temperatura; en los momentos del año en que existe un número insuficiente de días con temperatura ambiental adecuada, no se puede producir la muda dentro del mosquito y por lo tanto no se puede producir la transmisión. La larva resultante L3 es infectante y es inoculada bajo la piel de un animal sano cuando el mosquito se alimenta de él. Una vez allí , las larvas se desarrollan y van hacia su localización definitiva; tejido subcutáneo en Reppens y corazón y arterias pulmonares en Inmitis. Una vez en el corazón los gusanos ya adultos se reproducen y liberan larvas al torrente sanguíneo donde esperan ser ingeridas por otro mosquito.
Desde que un animal es infectado hasta que las hembras liberan microfilarias pueden pasar unos seis meses y medio. Las filarias adultas pueden vivir en el perro hasta 5 años y las microfilarias 30 meses.
SÍNTOMAS
La gran mayoría de los animales infectados son asintomáticos.
Cuando aparecen los síntomas son variados; pérdida de peso, pérdida de apetito ,cansancio, intolerancia al ejercicio, letargo, mal estado general, problemas respiratorios, tos, disnea, síncopes, distensión abdominal, vómitos, diarreas ,fiebre. También podemos encontrar problemas de coagulación sanguínea que provocan sangrado excesivo en pequeños heridas, hemorragias nasales, oculares y anemia.
Se recomienda el chequeo de todos los animales que se encuentren en zonas endémicas.
Cuando el animal presenta síntomas es mucho más difícil su curación, corre más riesgos y pueden quedar secuelas. Si es asintomático el tratamiento es mucho más eficaz y tiene mucho menos riesgos, aunque es bastante agresivo. Si el animal está libre de infección recomendamos tratamiento preventivo para evitar el contagio.
PREVENCIÓN
Como tratamiento preventivo existen presentaciones inyectables, orales y en pipetas. Actúan eliminando la larva infectante antes de que se convierta en gusano adulto. Se recomienda dar los tratamientos orales mensualmente mientras se den las condiciones ambientales idóneas para que haya mosquitos que puedan transmitir la enfermedad. Esto varía en función de la zona geográfica, así que lo mejor es consultar a su veterinario para informarse.
Maqueta de un corazón con gusanos adultos D. Inmitis.